Allí acabó el ripio y comenzó la bajada atravesando el Parque Nacional Los Cardones, con su pintoresco semi-desierto poblado de cactus. La carretera nos condujo a la “Recta de Tin-Tin” con
La llegada al pueblo fue muy extraña. La sensación era similar a caminar con una víbora en el cuello por la calle Corrientes a las 2 de la tarde. Todos miraban al Fusca y se acercaban a preguntarnos por él y tratar de comprarlo. Algunos nunca habían visto un coche de este modelo. La sorpresa duró el primer día y después ya formamos parte del paisaje.
Paramos en el camping municipal, con pileta de natación climatizada y todo. ¿Qué tul? Jaja. El primer día visitamos el museo arqueológico Pío Pablo Díaz y después el yacimiento “El Tero” que conservan muestras de culturas que se estima habitaron estas tierras entre el
La estadía se estiró por 4 días y los amigos viajeros que nos cruzamos siempre aportaron risas. Lindo grupo armamos con Lucía y Seba (alias el colombiano); Sebastián y Romina; y Ralph y Anna (siempre esforzándose para que las diferencias del alemán y el español no se notaran tanto). Pizzas a la parrilla, fernets, guisos de receta europea y vinos, no dejaron de circular.
El regreso a la ciudad de Salta fue accidentado ya que durante el camino de ripio de
Por suerte, en nuestro retorno a Salta nos recibieron Diego y su familia, que nos abrieron las puertas de su casa durante dos días. Nos hicieron sentir locales y esperamos tenerlos de visita pronto en Buenos Aires.
Con la bomba de nafta reparada y filtro de aire nuevo, el Fusca estaba listo para retornar a las rutas. Como dicen, "un Escarabajo no pierde aceite, marca territorio".