domingo, 8 de enero de 2012

El día que el Fusca dijo basta

Nos acompañó, ideó el viaje con nosotros, nos aguantó, toleró que a dos loquitos se les ocurriera sacarlo de viaje con sus 30 años cumplidos a cuestas. Así también nos llevó por las rutas más variadas y soportó hasta los derrumbes que amenazaban, y cumplían su amenaza de golpear las chapas cansadas desde mucha altura.

Así y todo, no pudimos sacarlo del desierto de Atacama, en Chile, andando. Como si fuera obra del destino, el espíritu aventurero empujó hasta cumplir el sueño de sus tripulantes y amigos: cruzar la cordillera en Fusca. Ahí, literalmente, fue que dijo basta.

Casi nos volvemos. Lo dudamos días y la tristeza todavía se siente en lo profundo del cuerpo. Quedó un hermano en el camino, pero nos prometimos que lo dejaremos en condiciones en algún momento del tiempo para que pueda volver a rodar las carreteras del mundo con sus propias piernas y manos.

Seguimos sin vos, amigo... Seguimos por el sueño que gestamos juntos...

¡Gracias eternas!

Siempre será América, y en Fusca...


3 comentarios:

  1. Quién recordará el caballo blanco de San Martín después del Fusca. Quién contará que el Gral.José cruzó la Cordillera en camilla si el Fusca cayó en ella luego de cumplir su deber. Oh Fusca corredor americano! Sigan a la par, por el sueño de él (claro, del Fusca).

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  2. La aventura tiene eso de planearlo todo y que cada cosa salga distinta a como se ideo. Después de todo es aventura, que importa eso. Lo bueno y rescatable es que los dos siguieron su camino sin olvidar al gran FUSCA (que claramente VOLVERÁ). Sigan adelante que el viaje no termina, sino que recien comienza...

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